HISTORIA
DE LA NATACION
Desde épocas primigenias el ser humano ha tenido que adaptarse al medio que le rodea, y uno de ellos es el acuático. Si tenemos en cuenta que el planeta Tierra está formado por tres cuartas partes de agua podremos comprender la importancia y la necesidad del hombre de adaptarse a este medio.
Desde épocas primigenias el ser humano ha tenido que adaptarse al medio que le rodea, y uno de ellos es el acuático. Si tenemos en cuenta que el planeta Tierra está formado por tres cuartas partes de agua podremos comprender la importancia y la necesidad del hombre de adaptarse a este medio.
Se podría afirmar
que la natación es casi tan vieja como el hombre. Sin embargo, hoy día son
todavía muy pocos los que saben que el cuerpo humano flota naturalmente en el
agua, que el nadar consiste tan sólo en un problema de estabilidad y que los
que se ahogan es, sencillamente, porque todos los movimientos que el miedo les
inspira contribuyen a su perdición.
Los
primeros hombres, que no podían valerse de puentes para atravesar los ríos, nadaron
por obligación. Sin embargo, a medida que la civilización humana se hizo más
sedentaria, fue disminuyendo sensiblemente, hasta olvidarla casi por completo
la mayoría de los pueblos del interior de los continentes.
En
la antigüedad los pueblos cultos, como Atenas, impusieron con fuerza de ley la
obligación de saber nadar, y así vemos que se obligaba a los padres a enseñar
ante todo a sus hijos a leer y a nadar.
Lo
mismo ocurría en Roma y en Fenicia y en Cartago. Más tarde los francos, los
germanos y los iberos eran pueblos en que todo el mundo sabía nadar. Así leemos
que la mayor parte de los ejércitos de Aníbal atravesó el Ródano a nado, y de
César se cuenta que huyó a nado de Alejandría con el brazo izquierdo levantado
y sosteniendo sus escritos en tablas, para que no se le mojaran. Los
historiadores también nos dicen que el emperador Augusto tenía un gran placer
en enseñar a nadar a sus tres nietos.
Sabemos
también que, sobre todo en Roma, había piscinas no sólo en los baños públicos,
sino en muchas casas particulares, y que la mujer era muy hábil nadadora.
Los
griegos y los romanos celebraban concursos de natación, entre los cuales uno de
los más notables se efectuaba todos los años en Ostia, a diez y nueve kilómetros
de Roma, en la desembocadura del Tíber.
La
natación sufrió un largo eclipse durante toda la Edad Media y gran parte de la
Moderna. Puede afirmarse que menos del cinco por ciento de la humanidad sabe
nadar en los tiempos actuales, lo que constituye un retroceso notable si lo
comparamos con las disposiciones de Grecia antigua. Se vislumbra ya un
progreso, aunque lento, de este deporte y existen pueblos modernos, como
Suecia, en que el aprendizaje de la natación, en los primeros años de
enseñanza, es obligatorio en las escuelas.
La
organización actual de la natación como deporte data de 1869. La primera
travesía del Canal de la Mancha se realizó por el capitán Web en 1875, y el
primer campeonato de natación parecido a los nuestros, se celebró en Inglaterra
en 1877.
En lo que va del siglo, la natación como deporte tiene insospechadas posibilidades debido a la introducción de los nuevos estilos, que tienen cultores en todos los países del globo, señalándose como los mejores nadadores en la actualidad los norteamericanos, los australianos y los japoneses.
La natación pasó ser parte de los primeros Juegos Olímpicos modernos de 1896 en Atenas. En 1902 el estilo trudgen fue mejorado por Richard Cavill, usando la patada continua. En 1908, se creó Ø la asociación mundial de natación (FINA Federación Internacional de Natación Amateur). El estilo mariposa fue en un principio una variación del estilo braza, hasta que fue aceptado como un estilo autónomo en 1952.
Ø
El origen de la natación es ancestral y se tiene
prueba de ello a través del estudio de las más antiguas civilizaciones. El
dominio de la natación, del agua, forma parte de la adaptación humana desde que
los primeros homínidos se transformaron en bípedos y dominaran la superficie
terrestre.
Ya entre los egipcios el arte de nadar era uno de los aspectos más elementales de la educación pública, así como el conocimiento de los beneficios terapéuticos del agua, lo cual quedó reflejado en algunos jeroglíficos que datan del 2500 antes de Cristo. En Grecia y Roma antiguas se nadaba como parte del entrenamiento militar, incluso el saber nadar proporcionaba una cierta distinción social ya que cuando se quería llamar inculto o analfabeto a alguien se le decía que "no sabe ni nadar ni leer". Pero saber nadar como táctica militar no se limita a las antiguas Grecia y Roma, sino que se conservó hasta las épocas actuales, pues es conocido que durante la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron técnicas de enseñanza para las tropas combatientes.
La Natación en la sociedad primitiva Fue como todo ejercicio corporal en aquella
época una necesidad vital y por ello ampliamente extendida. La lucha por la
alimentación obligo a los hombres a enfrentarse a la naturaleza y así surgió la
caza.
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